lunes, octubre 08, 2007

El Acta de Tom Baker

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha sorprendido la columna de Tomás Guasch (no por el personaje sino por el contenido). Poner de cantarín a Abiatti me parece una injusticia terrible. He visto a hacer cantadas como la suya y peores a grandísimos porteros, entre ellos Casillas que para mí es el mejor arquero que he visto. Abiatti tiene un fallo que reconoce sin excusas (lo que le honra), y luego salva al Atleti de llevarse un cesto de goles con paradas de auténtico mérito.

Ya sé que la chirigota vende mucho en As, pero un poco de respeto y seriedad tampoco es mal apreciada.

Con respecto al juego del Atleti dominó con claridad hasta el segundo gol (veinte minutitos, no más). Luego cayó en la apatía. Pudo marcar en la segunda parte y haber dado algún sustito al Barça, pero fue inferior aunte unos culés que tras el 2-0 a los veinte minutos manejaron el choque, pudiero marcar más goles si no es por Abiatti (insisto)y dieron la impresión de ganar cómo y cuándo quisieron.

La distancia con los culés a día de hoy es muy grande, y no solo en lo que respecta al Atleti.

Saludos.

Anónimo dijo...

Y por ciero, se habla de Abiatti pero nada de Pernía. La forma en que le rompe la cintura Messi no solo en el gol sino siempre es tan dolorosa como previsible.

Pasando revista dijo...

Tienes muchísima razón Víctor. La cantada de Abbiati, que es importante, la han realizado muchísimos porteros. Casillas ha hecho dos o tres de esas este año. Con la suerte de que no han acabado en gol.

Y es cierto, el Barcelona está a años luz del resto. Mucho tiene que cambiar la cosa para que no gane la Liga fácil.

Anónimo dijo...

Esto es cuestión de opiniones pero a mí, aunque los dos me parecen arqueros más que respetables, Abiatti me da más seguridad que Leo.

Abiatti canta en el momento más inoportuno pero el resto lo hace bien. Los dos goles que le meten no son muy parables que se diga y salva unos cuantos.

Con respecto al Barça la diferencia fundamental con el resto es de talento y los culés tienen para dar y tomar, mucho más que cualquier otro.